SISTEMA FAMILIAR
Hace tiempo que empecé a hablar de la familia comparándola con un reloj, en el cual si una sola de sus piezas falla todo el engranaje deja de funcionar.
El mecanismo de un reloj es algo muy complejo y sofisticado a la vez. Puede que una sola pieza provoque que las demás no realicen su función…
… pero ¿qué ocurre si fuese al contrario?
Afortunadamente no somos máquinas y en ocasiones en contextos terapéuticos adecuados se ha podido comprobar como una “pieza” del reloj ha empezado a funcionar porque las demás la han ayudado.
Los mecanismos que hacen que un sistema familiar funcione cambian a lo largo del tiempo.
Cualquier factor que hoy esté afectando en tu dinámica familiar no debe aceptarse como algo desadaptativo, ya que se puede modificar.
La palabra interrelación es clave a la hora de mirar al sistema familiar, donde se da de manera inherente una condición de bidireccionalidad, cada individuo influye en los demás y el propio sistema familiar influye en el desarrollo de la personalidad de cada miembro. Y todo a su vez determina los patrones comportamentales que cada cual ejecuta en el contexto familiar. …complejo¿? …¡más que un reloj!
Es en la familia donde se desarrollan las bases de la personalidad adulta. Es vital sanar el vínculo identificando patrones viciados y comprobar las consecuencias que esto provoca en todas las áreas de tu vida.
Se da de manera natural el anhelo de reconciliación, porque mantener el conflicto con el vínculo materno te hace estar en conflicto con una parte de ti.
Cualquier sistema, organismo vivo, tiende a la homeostasis… también tu mundo emocional, afectivo y mental lo necesitan.
Cuentas con mi ayuda para encajar las piezas del puzle y conseguir equilibrio entre el contexto externo y tu bienestar interior.
Porque te lo mereces.
Porque sabes que tu alma lo necesita.
Y te aseguro que está en ti la posibilidad de alcanzarlo.
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