aunque son dos términos opuestos si se mezclan con sabiduría dan como resultado la fórmula infalible de mantener relaciones sanas y vínculos equilibrados.
EGOÍSMO ALTRUISTA
vamos por partes, el egoísmo puede tener muchas formas, pensar en ti y en nadie más, pensar en ti antes que en los demás, pensar en ti a pesar de los demás, querer lo mejor solo para ti…en cualquier caso el egoísmo siempre aparece como una actitud negligente ya que busca el bien propio pasando por encima del bienestar ajeno.
no, no soy una persona egoísta, ni me gustan las personas egoístas cerca…
vayamos al segundo concepto, altruista. El altruismo es la cualidad de dar a los demás sin esperar nada a cambio. Es pensar en los demás antes que en uno mismo. Es lo más cercano a la entrega sin condiciones. Solo por el gusto de dar. Sentirse feliz al ver a los demás felices y aportando algo para que lo sean. A veces el altruismo incluso llega a obviar el interés propio en pos de los otros.
no, no soy una persona altruista, ni me creo a las personas que presumen de serlo.
Por mi propia experiencia tengo claro que lo natural es el toma y daca, el dar y el recibir, el yo te doy tú me das. Si no, no hay equilibrio. Si no a la larga esto tiende a ser una carga para alguna de las partes, no se puede estar dando sin recibir ni creo que sea sano para la otra persona recibir sin más, sin tener la opción de entregar algo a cambio.
Hago un pequeño alto porque aquí hay mucha tela que cortar… es decir yo puedo hacerte un favor y por supuesto no esperar nada a cambio, de hecho ese es el valor intrínseco de un favor. Dar sin esperar recibir…pero sí o sí cuando sea yo quien te pida el favor esperaré que me correspondas… Esto es lo natural, lo sano, lo justo, lo equilibrado, lo equitativo.
Hay un libro Ecología Emocional, donde se sientan las bases o principios que deben existir en las relaciones humanas. Es un libro de obligada lectura para todos los que nos dedicamos al trabajo con personas y en especial al trabajo con grupos.
Bueno, volviendo al egoísmo altruista, cuando las dos características se funden obtengo un marco relacional que me permite pensar en mí como prioridad para poder dar lo mejor de mí a los demás. Y de verdad que funciona.
Eso sí, hazte una advertencia antes de ponerlo en práctica, y es que no es de aplicación propia, es decir, una vez que lo apliques a tu día día extiéndelo a los demás, esto hará que las personas seamos cada vez más autónomas y aprendamos a darnos a nosotros lo que necesitamos sin esperar que sean los demás los que cubran o deban cubrir nuestras necesidades. que seas un egoísta altruista y que celebres que los demás también lo sean.
Ahórrate que no te veas en el compromiso de tener que dar para que se mantengan a tu lado, que recibir no sea una moneda de cambio, que los demás usen el chantaje emocional y el reproche de haberte dado, a priori desinteresadamente y que a la primera de cambio te lo tiren a la cara…
No estar disponible todo el tiempo para los demás es algo que se aprende, decidir a qué quieres dedicar tu energía, a quién cuándo y cómo y porqué la entregas, eso es amor propio, eso es autocuidado y aceptar que los demás hagan igual trae consigo relaciones cada vez más adultas basadas en la escucha mutua y en el respeto a los tiempos y necesidades de cada cual.
De esto hablo bastante y con ejercicios prácticos en las dos guías que te puedes descargar de forma totalmente gratuita en este apartado.
Sienta las bases de las reglas del juego y convierte tu ejemplo en la mejor guía de cómo quieres ser tratada. Porque cuando cuido de mí puedo cuidarte a ti.
feliz vida!