Estos libros llegaron a mi vida casi a la vez… hace ya muchos años atrás.
El Tao de la Física, un libro escrito por el físico austriaco Fritjof Capra, nos lleva a reflexionar sobre lo cerca que pueden estar los conceptos más místicos y espirituales de las tradiciones orientales y las bases científicas sobre las que se apoyan la teoría cuántica y la teoría de la relatividad. Para mí que siempre he defendido «la base científica de la espiritualidad» me pareció fundamental poder adentrarme en un libro que por fin ponía palabras a eso que yo intuía… Y por eso este es uno de mis libros de cabecera.
Ecología Emocional, M. Mercé Conangla y Jaume Soler, sus autores son unos visionarios. Este libro se publicó en 2003 y a día de hoy sus propuestas son de absoluta necesidad. Es una corriente social la que ya existe en torno a la ecología emocional, que ya cuenta con su propio master y formaciones especificas; además de empezar a implantarse en entornos educativos lo cual aumenta mi grado de esperanza en esta sociedad. Con este libro aprendí a ponerle nombre a estados emocionales que funcionan en las interrelaciones personales, me ayudó a respetarme y a respetar los procesos que subyacen en las decisiones que tomamos dentro de la dimensión emocional. Para mí este libro debería ser de obligada lectura para los adolescentes. Es un texto sencillo de implementar y que, una vez leído e interiorizado, puedes cada día abrir cualquiera de sus paginas y será una nueva invitación a fluir en el complejo mundo de las relaciones personales.
Ángeles Arrien (1940-2014), antropóloga, educadora, escritora y consultora, crea esta maravillosa obra en la que nos muestra las visiones que las culturas aborígenes, de cada continente, albergan. Este libro sirve como un legado a partir del cual podamos tomar conciencia de aquellos aspectos personales que podemos mejorar continuamente. Nos propone la idea del «cuádruple sendero» y el libro está repleto de ejercicios y reflexiones para ayudarnos y facilitar el que transitemos por los cuatro arquetipos de personalidad presentes en todas las tradiciones ancestrales alrededor del planeta.
3 tesoros, 3 pilares, 3 imprescindibles que han hecho que mi vida cobre sentido, que me han llevado a contemplar a la humanidad desde una visión más neutra y que por supuesto gracias los cuales he podido convertirme en una persona más equilibrada.
Gracias de todo corazón.