«Yo Soy»
Como ya sabéis si habéis leído mi post sobre cómo empecé mi camino en el mundo de la meditación, gracias a esta practica aprendí a regular mis estados mentales y emocionales. Y como os comentaba allí también fui ampliando, con el tiempo y con el contacto de otras personas, mi conocimiento en distintas técnicas.
Una de ellas, la que os expongo aquí, es la práctica de las autoafirmaciones. Al principio, igual que con la meditación es algo un poco raro. Algo que incluso el cerebro en automático puede rechazar o cuestionar… pero también aprendí con el tiempo que cuando el cerebro se pone “chinchoso” es porque detrás hay algo maravilloso. El ego flojo ya no me la juega 😉
Bien, antes de ahondar en el tema de las autoafirmaciones, os diré que casi siempre necesito pasarlo todo por el filtro de la ciencia. En este caso es la neurociencia y la plasticidad neuronal, la que nos explican sobre la capacidad de nuestro cerebro de seguir modelándose en función de nuestros pensamientos y nuestras acciones. Este es un tema que realmente me apasiona al máximo y lo que haré es dedicar un post exclusivo para ahondar más.
Y ya sí paso a comentar mi experiencia con las autoafirmaciones. Fue a través de un curso de doce meditaciones, una al mes, en las que me enviaban al correo un audio de media hora en el que la propuesta final era repetir una frase que empezaba por “Yo soy” y que unificaba la temática de la meditación. Cada vez que terminaba las meditaciones y hasta que llegaba la siguiente me la repetía casi todos los días varias veces al día.
El entrenamiento terminó y empecé a llevar esas autoafirmaciones de temática espiritual al terreno de lo mental, y lo emocional. Por ejemplo: “Yo soy una persona segura de mí misma” Yo soy una persona capaz de expresar sus sentimientos” “Yo soy equilibrada” y así lo que cada cual quiera integrar en su vida, casi siempre partiendo de la base de aquello que queremos alejar de nuestra forma de comportarnos.
En el caso de ser alguien que siempre duda de sus decisiones o que no llega a tomarlas puede repetir de una forma controlada y consciente “Yo soy una persona segura de sus decisiones”
Otra persona puede que esté empezando un proceso de perdida de peso o de musculación, o de ejercicio saludable, en este caso la frase puede ser algo así como “yo soy una persona sana” “yo soy una persona con un estilo de vida optimo” “yo soy una persona que consigue sus objetivos”
Y así en tantas circunstancias de vuestra vida como estéis atravesando y queráis potenciar.
Algo clave, las autoafirmaciones son poderosas pero no infalibles por sí solas, si una frase repetida a menudo puedo crear un nuevo camino en nuestra comunicación neuronal no es lo único que nos hará llegar a la meta OK¿!?
Lo más importante de esta práctica es trabajar las autoafirmaciones en positivo, es decir, “yo soy una persona sin miedo” estaría fuera de este tipo de autoafirmaciones ya que la frase incluye el contenido a mejorar. El objetivo es dedicar un rato a crear frases que potencien lo que sí queremos atraer o aquello que sí queremos llegar a ser.
A día de hoy una de las frases con las que me suelo conectar es “Yo soy libre”